Acerca de mí

Dicen que todo comienza con una chispa, y la mía nació frente a un televisor. De niño como 1 o 2 años, mientras mi madre aseaba la casa, yo pasaba las mañanas viendo caricaturas, me divertía más con los anuncios que con el programa. “Ahí supe que te ibas a dedicar a eso”, suele decirme. Quizás tenía razón: desde entonces, la comunicación visual y la forma en que las marcas cuentan historias me resultaron fascinantes.

Mi camino profesional inició en el CECYTEH, donde estudié Diseño Gráfico Técnico. Ahí descubrí el poder del diseño para educar, crear y transformar, participando en la elaboración de las guías de estudio oficiales de todo el estado. Después, cursé la Licenciatura en Diseño Gráfico en el ITLA, donde empecé a colaborar en proyectos institucionales, más tarde continué con una Especialidad en Publicidad Estratégica y posteriormente una Maestría en Mercadotecnia, convencido de que el diseño sin estrategia es solo estética.

Tras una breve etapa en la Ciudad de México, reuní el valor (y el ahorro) para fundar mi primera agencia: Neo Mkt. Fue un sueño hecho realidad… hasta que los números me despertaron. La falta de experiencia empresarial me llevó a perderlo todo. Pero ese tropiezo fue mi mejor maestro: entendí que la creatividad necesita de la administración, las finanzas y la estrategia para sobrevivir.

Con ese aprendizaje, me uní a una agencia de marketing donde trabajé junto a diseñadores, mercadólogos y community managers. Esa experiencia me dio una visión más amplia del impacto de la comunicación y me abrió la puerta a nuevos retos.

Después, me incorporé a una institución educativa que atravesaba una crisis de matrícula. Diseñamos una campaña que cambió su destino: de tener vacíos, pasó a llenarse de estudiantes. Fue un recordatorio de que una idea bien comunicada puede transformar realidades.

Hoy, combino más de 10 años como diseñador freelance y consultor con mi labor como docente universitario. Disfruto ayudar a las empresas —especialmente MiPyMES— a construir marcas con propósito, y a mis alumnos a encontrar su voz creativa.

Porque si algo he aprendido, es que el diseño no solo se ve: se siente, se vive y se aprende cada día.

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